PALOMAS CIELO ADENTRO
Tengo dos hijas como dos augurios,
como dos gotas breves de acrobacia,
como dos síntomas,
como dos
huellas
y he pensado que amarlas a destajo
no fue una mala idea.
Una tiene seis años de quererme,
los ojos lacios, la sonrisa quieta;
se parece a mi madre
(menos mal)
en cierto gesto de agua murmurada
y en algunas tristezas.
A veces, cuando llego del cansancio
y el amor que me queda no es bastante
y el silencio también es un problema,
cuando llego y no tengo alternativas
y son las siete y media,
ella corre dos metros y me alcanza
y me regala un sitio en su desvelo
y ha crecido ocho horas
de no
verla.
Tiene en cada mejilla los indicios
de una estricta inocencia
y el cabello sin pausa
y en las
manos
como diez corazones de manteca.
La otra es un desorden
que me confunde el sueño sin permiso,
que trepa por mis piernas,
que no tiene palabras
todavía
para decir el ángel que la nombra,
que no tiene preguntas
ni
respuestas,
pero sabe, seguro, que no importa
y exige la ternura cuanto antes
después de cada ausencia.
A veces llego a casa y no la encuentro
sobre el regazo rojo del crepúsculo
desmadejando asombros y promesas
y no puedo decirle
te amo tanto
aunque ella no me entienda.
Ya serán dos palomas cielo adentro,
dos distancias sin sombras como lágrimas,
ya serán dos urgencias
y romperán los sellos tutelares
con su altura naciente de semilla
un día sin cadenas.
Por ahora son mías, y he pensado
que amarlas
por la tarde especialmente
no fue una mala idea.
© Ariel Giacardi
Bienvenido Ariel a este espacio que pretende difundir a poetas contemporáneos. Mes a mes serás publicado. Muy bello este poema además. Un abrazo Gus.
ResponderEliminarTampoco fue mala idea tu hermoso poema, Ariel.
ResponderEliminarFelicitaciones y un gran abrazo de bienvenida
María Rosa León
Que poema tan maravilloso. Estoy llorando.
ResponderEliminarMariana Vacs
Hola Ariel, holaaaaaaaaa!!qué lindo es saberte en mis poetas contemporáneos.Bienvenido a la casa de Gus y la de todos los que pretendemos llegar con la palabra. Me encantó el poema, mucho corazón...bien!!Un abrazo
ResponderEliminarLily Chavez
Bienvenido Ariel "Una joya tu poema" y yo totalmente ¡conmovida!
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ResponderEliminarEl amor más grande del mundo es ese. A los hijos. Y tu poema es todo amor, tanto que conmueve infinitamente.
Un abrazo,
Alicia Márquez
hermosas tus hijas, tu poema, tus palabras. Gracias por la ternura.
ResponderEliminarY ha crecido ocho horas de no verla, de tanta belleza me quedo en eso
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Un poema con amor, poesía que llega a lo más íntimo.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
¡Ese es mi amigo Ariel!
ResponderEliminarPor fin compartes en la web. Era necesario que conocieran esa voz tuya que es una maravilla.
Muchas gracias Ariel por decidirte.
Muchas gracias Gustavo por hacerlo posible.
Felicitaciones para ambos...
Para un cuadrito el verso "en cierto gesto de agua murmurada", porque me sorprendió y oxigenó, Ariel.
ResponderEliminarDe paso: ¿no recibiste el despacho postal que te envié en enero?...
RRevagliatti
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Ariel, tuve el enorme placer de escuchar poesías en tu voz en Santa Fe. Este poema ratifica esa grata sensación de antaño. Por lo demás, destila tanto talento como chochera. Bravo.
ResponderEliminarBienvenido Ariel a la casa de Gus!!! Una belleza tu poema y tus sentimientos de padre y dichosas tus hijas por este padre poeta!! Un abrazo, María Chapp
ResponderEliminarEs un poema precioso, tan tierno y amoroso que debemos leerlo en puntitas, para no dañarle el sentimiento. Bienvenido al sitio. Un abrazo. Adriana Maggio
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