LLueve
y la
ciudad es un páramo 
donde
deambulan 
fantasmas
del pasado.
Soterrados
en el hoy 
se
abisman en el olvido.
Estrellas
fosforecentes 
dispersan
las sombras 
del
ocaso.
Y la
ciudad desolada 
resplandece
cuando el
alba reverbera
anunciando
la rutina
del nuevo día.
¿Bálsamo
o infierno?¿Acaso importa?
© Anny
Guerrini

Buen poema, Anny, con preguntas inquietantes. Besos.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella