Poema de Ana María Manno
La voz responde
Ciega
Ciega
enciende una luz habla esclava
bebe agua de lágrimas mira el ramo de rosas
ahí ahí déjame entrar hay un muerto sos
mi muertito algo mío se desprende
esclava clávale las uñas hay rastros de piel pedacitos
de su cuerpo puro jugo de dolor no mires …
yo lo decía: en cualquier momento aparece muerto
habla esclava
eso tiene nombre cadáver escupe esclava tironea de
su mortaja el fino tul el cajoncito deslumbra sirve
de espejo se deshace mi forma de
mirar
Ciega
Ciega
enciende una luz habla esclava
bebe agua de lágrimas mira el ramo de rosas
ahí ahí déjame entrar hay un muerto sos
mi muertito algo mío se desprende
esclava clávale las uñas hay rastros de piel pedacitos
de su cuerpo puro jugo de dolor no mires …
yo lo decía: en cualquier momento aparece muerto
habla esclava
eso tiene nombre cadáver escupe esclava tironea de
su mortaja el fino tul el cajoncito deslumbra sirve
de espejo se deshace mi forma de
mirar
no estoy sola te sigo detrás de una o dos rosas
no hablo
sigo el cortejo y pienso, era la última vez, abriste una
puerta no la puerta nos separaba una reja te alcancé
una caja de pastillas vos mirabas sin mirar casi sin
estar
te morías no había tiempo si lo pienso enmudezco
se acortaba el tiempo la gente se detenía y yo sin mirar
más que ese
pedacito de madera crujiente
escucha esclava
algo no responde
déjame juntar tus huesos como florcitas en mi jardín
© Ana María Manno
3 comentarios:
Tu texto es estremecedor, riquísimo en imágenes poéticas. La crudeza extrema contrasta con esos terribles diminutivos que multiplican el espanto. Es un excelente poema. Un abrazo. Adriana Maggio
Realmente estremecedor , con imágenes que desbordan un horror casi patógeno , o si de veras lo es , sin duda el personaje, tuvo vida alguna vez
maria elena tolosa
Tu poema deslumbra en su belleza y sirve de espejo...
Uy siií! que estremece y conmueve,
gracias por compartirlo amiga,
Beso grande
Montse
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