Cuando
no reía
le sembraba viento en la garganta
se dibujaba de
palomas
y le vestía de fresias los ocasos
entonces
él
© Alicia Perrig
"entonces/él"...y así es el misterio de la palabra que queda en suspenso cuando lo inexpresable entra en juego y las "fresias" y "el viento en la garganta" y las "palomas" nos conducen hacia donde camina el sonido del amor. Mucha ternura en este poema Irene Marks
ResponderEliminarEnorme amor..más allá de las palabras...un abrazo, María Chapp
ResponderEliminarbellas imágenes y un final inesperado que aplaudo. susana zazzetti
ResponderEliminarTan fresco y tierno, tan para él; me encantó
ResponderEliminarAbrazo
Betty
Alicia, hay imágenes muy sugerentes
ResponderEliminaren esta preciosa síntesis. Una propuesta que abre las puertas de la imaginación.
Cariños
Elisa Dejistani
ahh, ese final abierto está genial
ResponderEliminarsaludos
Anahí Duzevich Bezoz