5/12/12

Poema de Sonia Rabinovich


De abandono

Nunca supe su historia
abuela la cortaba con un llanto final
pero ella me hablaba al oído
me hablaba de su soledad entre la nieve
y de su sangre rota en el barco que partía
yo  buscaba en la mesa familiar
con los ojos saliendo del borde de una taza
el silencio que hablara de las penas
De la hermanita de aquella bisabuela
de quien sostengo el nombre
en el nudo apretado                         
de ese  pañuelo negro de Rusia
De abandono.

© Sonia Rabinovich

8 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

me quedé leyéndote varias veces. pañuelo negro. nudo en la garganta. un abrazo. susana zazzetti

5 de diciembre de 2012, 12:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Nostálgico poema , la abuela lo que contaba y Rusia como fondo fatídico muy bello

maria elena tolosa

5 de diciembre de 2012, 20:21  
Blogger Isabel ha dicho...

Sonia, ¿qué hermosura en su tristeza.
El recuerdo de los recuerdos de otro.
El pañuelo connota llanto. La participación de la vida de nuestros mayores en nuestra historia y ese tener que decirlo que lleva al poema. El mundo es un pañuelo y todos conocemos esta emoción que tan inteligentemente sabés administrar.
Un abrazo
Isabel Llorca Bosco

6 de diciembre de 2012, 2:06  
Anonymous Anónimo ha dicho...

"Los ojos saliendo del borde de una taza"genial
placer leerte
desde graciela

6 de diciembre de 2012, 11:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

gracias! bello, triste, conmovedor
me queda la sensación de ese querer siempre poder fudamenar nuestra historia...
un beso, francisco

6 de diciembre de 2012, 20:05  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Cómo me gustó esa abuela, y me gusta la nieta con su tesoro de recuerdos; tiernos, vivos, únicos.
Abrazos

7 de diciembre de 2012, 1:08  
Blogger Adriana ha dicho...

Como lo remarcó Graciela, yo también quedé anudada a esos ojos que sobresalen de la taza, ojos de niña que empieza a escribir su historia a través de los recuerdos ajenos. Escribiste una hermosa y nostálgica historia de lazos de sangre que todos tenemos anudados en nuestras almas migrantes. Muy buen texto. Un abrazo. Adriana Maggio

9 de diciembre de 2012, 18:13  
Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

lA HISTORIA FAMILIAR QUE SIEMPRE NOS CONVOCA QUERIDA SONIA , SE HACE LUZ EN TUS PALABRAS Y QUEDA EN ESE PAÑUELO NEGRO COMO SI FUERA EL ALA DEL PÁJARO DE LA NOCHE QUE VUELVE
cONMOVEDOR Y BELLO TU POEMA

2 de enero de 2013, 16:10  

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