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23/12/12

Poema de Marizel Estonllo


Sin metáfora
 

                                              “la aptitud para el dolor, las coherentes miserias, un bocado y un sorbo,
abrazamos nuestro pequeño destino una vez más”
Seamus Heaney
 
 

Nos desprotegemos,
la soledad nos aprieta,
moscas embotadas golpeándonos contra los vidrios
en los grandes centros, en estas grandes ciudades
-el mundo está lleno de miedo-, dice el poeta Gonzalo,
mientras múltiples pantallas nos inclinan los ojos
 y los ojos se miran tristes en los escenarios urbanos
solamente hay apuro, prisa por ir,
apuro por llegar. 

Una paloma enferma corría en la vereda,
había olvidado su vuelo
no la agitaba ya ningún sueño,
de un saxo callejero surgía la señal del dolor 
aullando entre los edificios. 

Allá adentro, en el ensayo,
la emoción, el juego, la música de tentar
de hacer crecer la imaginación,
probar otras maneras,
danzar lo desconocido
construir otras realidades
hacer un buen refugio de una frase elegida
o cruzar el escenario en zancos verdes con una guirnalda de flores rojas
eso,
que también se  llamaba locura, 

remedio o veneno.

Tirados de costado duermen en la calle los expulsados
sobre el frío de su tiempo
por las paredes del violento desamparo. 

Las vainas caídas  de los árboles
esperan su último acto acumuladas en la alcantarilla. 

El otro es un animal congelado sobre la acera. 

Se requiere entonces templar aún más la espada
Que su filo se asemeje al poder del hombre
Unido al latido sublime del espíritu universal.
 

© Marizel Estonllo

3 comentarios:

  1. Me gusta la poesía directa, que se la juega entre los intersticios de la realidad más cruda. Un abrazo.

    Claudio Simiz

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  2. Un bello y fuerte alegato; imágenes que impactan.
    Gracias por acercarme tanta emoción.
    Cariños,
    Gra Bucci

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  3. gracias Claudio y Graciela ,un abrazo para uds

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