Cecilia es nada más que esta cajita de metal
donde guardo sus versos
no los huesos de muerta joven
doblados sobre una avalancha de jazmines
y ángeles de vidrio
tampoco esa mujer
que golpea mi puerta en las noches de invierno
y a la que siempre digo
que no hay nadie en casa
© Edna Pozzi
Hola Edna: es éste un magnífico poema, en el que la palabra de la persona permanece más allá de "los huesos de muerte joven" y los "ángeles de vidrio" y la "avalancha de jazmines".El inmenso dolor queda en la serenidad de la palabra, y no tampoco,aunque queda flotando, en esa mujer misteriosa que "golpea a mi puerta", que simboliza algo a alguien. Según las dos lecturas que hice,puede simbolizar la propia muerte o también los que hablan por los muertos , y que algunos llaman ángeles, los mendigos. Un poema que sentí mucho Irene Marks
ResponderEliminarQuerida Edna, siempre tu palabra me identifica y me intriga a la vez... maravilloso poema. Gracias
ResponderEliminarEste poema me dejó una honda huella, por su manera simple y profunda de hablar de la muerte, sin disonancias. El final es como el sollozo sostenido de un yo poético que transforma en verso la pérdida, pero no puede mirarla cara a cara. Muy bello. Un abrazo, y muy feliz 2013. Adriana Maggio
ResponderEliminarinterpreto tus palabras como ese constante recuerdo de los ausentes siempre presentes.conmovedor.
ResponderEliminarsaludos y buen comienzo 2013.
Anahí Duzevich Bezoz
dos términos que juntos provocan escozor, juventud y muerte, esa manera bella de expresar el dolor no ha nadie en casa y quien nos convenció de que la muerte solo era para los viejos, admiro la manera provoca la escritura de los que la leemos
ResponderEliminarComo dice Adriana, este poema impacta por la manera simple y directa de hablar de la muerte,como quien tiene derecho y autoridad para enfrentarla, guardando solamente la poesía en una cajita de metal.
ResponderEliminarUn poema que deja pensando y mucho
Felíz año
Ignacio
Ay! maestra. Gracias!!!!
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Perrig
Estimada Edna, nos has dado otro poema espléndido que suscita admiración. El ataúd y los huesos, aún cubiertos con jazmines, no son Cecilia, sino una cajita donde está su esencia:sus versos. La poesía persiste y en el estupendo final, se puede entender una voluntad de vivir que puede con todo. Felicitaciones y felicidades, maestra, lo tomo del otro comentario.Lectura, reflexión, enseñanza y tanto más.Hermosa la ilustración que a mi entender representa el camino de la vida.Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarProfunda reflexión sobre la muerte y la memoria. Es un poema que conmueve y hace pensar.
ResponderEliminarEn realidad, no son los ausentes ni la memoria los que permiten habiten entre nosotros. Creo que es el afecto que cada vínculo genera.
ResponderEliminarDestaca ble poema suyo, como tantos.
Mi respeto
Edna: como siempre tu maravillosa forma de decir, de acercarnos a temas medulares que marcaron nuestras vidas.La memoria, desde tus versos, es bálsamo para el dolor de la ausencia.
ResponderEliminarCariños,
Gra Bucci