Heredad
me
pregunto cuál será tu imperio
ahora
que dormís
en el
centro de la Tierra
ahora
que el cielo te muestra sus raíces
siempre
serás mi casa escrita
mi
ventana de abismo
iré
bebiendo tu silencio
hasta
volverme un muerto
y
caminaremos
desde
otro mundo hacia
otro
mundo
en la
tiniebla
señalarás
los ríos del olvido
cada
error.
Este
orgullo tengo
mi
padre es un rey
que
hace girar la Tierra.
© Alejandro
Schmidt
Encuentro un bello POEMA-HOMENAJE... homenaje a la vida, a las raíces, a ese enlace umbilical y afectivo del padre e hijo camino a la incertidumbre... del más allá.
ResponderEliminarHERMOSO!
LIDIACC.
Hermoso, tu texto, Alejandro. Enigmático y abierto a múltiples lecturas. A mí me hizo pensar en el dominio de la palabra, y su contrapartida inevitable: el silencio, padre y posibilidad de todas las palabras. Debo reconocer que mi interpretación tiene más que ver con la sensación poética que me dejó el poema, que con la lógica (aunque sea del texto). Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarDura carga la del hijo,Dolorosa la noche, largo el camino del reencuentro. Bellísimo poema.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Alejandro, hermoso y sentido su poema. Tambie mi padre hizo girar la tierra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Carmen Amato
¿qué decir de nuevo de la poesía de alejandro?, solo "gracias, poeta!".
ResponderEliminarConcuerdo con Adriana que tiene muchas lecturas , la que yo hice tien que ver con el Samsara y su ronda de renacimientos y tampoco importa, el poema es impecable
ResponderEliminarUn gran poema, por su contundencia aliada a la brevedad, y por ese magnifico cierre; poema al padre y al padre sol, y a la heredad infinita que vamos dejando atrás, como las estrellas, cada día.
ResponderEliminarUn abrazo
Alejandro
Hermoso tu poema, quien hace girar la tierra tbm es mi padre...abrazo
ResponderEliminarRosa Lía
Alejandro, tu poesía siempre despierta en mi gran admiracion. Un abrazo, poeta,
ResponderEliminarSilvia Loustau
Es un poema que muestra el reverso de la vida, desde donde y a donde volvemos y lo que dejamos a los que quedan. Es un placer leerte Alejandro!! un abrazo y toda mi admiración.
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