Arbol genealógico
En el cuerpo las palabras no dichas
debajo de la piel blanca y el cabello rojo
un túnel de vacío
Una rama en Polonia y otra en Rusia
pestañas invisibles
y ojos alga de mares tan lejanos
Tradición de pan sin levadura
humedecido en las bodegas de los barcos
Sin haber escuchado las palabras
se respiró el dolor
Y entre las grietas de las fotos sepia
se huele el exilio.
© Sonia Rabinovich
Un paisaje maravilloso, un barco de palabras ante mis ojos y el placer de leerte querida Sonia.
ResponderEliminarLily Chavez
Un paisaje maravilloso. Un barco de palabras pasando ante mis ojos y el placer de leerte querida Sonia
ResponderEliminarLily Chavez
Querida Sonia, me alegra ser la primera que hace el comentario. Es poema es estupendia,con ese final zepia, ese olor a exilio. Es un cuadro que no por ser repetido pierde valor en este país de inmigrantesMuy buen poema donde has aglomerado todo, la huída de lor `progroms, el pan judío y el exilio de generaciones y generaciones.
ResponderEliminarY todo con la poesía que es ptrp emfpqie deñ dplor.
Abrazps
Isabel Llorca Bosco
Querida Sonia, me alegra ser la primera que hace el comentario. Es poema es estupendia,con ese final zepia, ese olor a exilio. Es un cuadro que no por ser repetido pierde valor en este país de inmigrantesMuy buen poema donde has aglomerado todo, la huída de lor `progroms, el pan judío y el exilio de generaciones y generaciones.
ResponderEliminarY todo con la poesía que es ptrp emfpqie deñ dplor.
Abrazps
Isabel Llorca Bosco
Te felicito , muy buen poema.Un abrazo. Gastón Sequeira
ResponderEliminarQue gran poema es este, tiene ritmo, fuerza, sonoridad, simbolos, me quito el sombrero
ResponderEliminarCon admiración
Walter Mondragón