DESTIERRO
FINAL
¿
Existe algún desarraigo en cada resplandor que nos devora ?
¿
Será el olvido quien impregnó de vértigo
a
esta isla que me recorre ?
Para
este mar sin estrías no hay escape ni liturgias de arena
que
desgranen mi destierro tampoco ningún vaticinio
que
impulse esta zozobra de colmillos.
Ninguna
bisagra podrá arrinconar mi umbral de huida
Tal
vez haya alguna nube en mis raíces
pero
no esquivaré el exilio
por
más dádivas que crezcan en mis brotes-
Dejaré
heridas, el hambre de mi desnudez
para
embarcar mi lengua sin fronteras.
Dejaré
este páramo ahogando la fragancia que me respira
para
extraviarme sin tiempo que cargar-
En
algún confín me espera un muelle dócil de rocío
sin
quemaduras donde amarrar
cada
peldaño de mis rosas.
©
Norma Gianico
Que hermoso final Norma , un poema bello y maduro , ese muelle está en tu corazón
ResponderEliminarmaria elena tolosa
La poesía desgrana con sutileza el aislamiento, una especie de autismo indulgente. Esa isla metafórica de la que queremos escapar. De seguro que quien busca un dócil muelle de rocío podrá encontrar donde amarrar sus rosas.
ResponderEliminarMuy bueno eso de extraviarse y no cargar con el tiempo o sea no cargar la mente y hacerse liviano
ResponderEliminarMe encantó, querida Norma, cómo has sabido encadenar metáforas con mucha fuerza y convicción. Bravo. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
Lo ausente, la pregunta que nos van construyendo el sueño y el dolor. Me gustó.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Impresionante, quiebra, denota... gran final.
ResponderEliminarbesotes