detrás del cerco de flores,
la mariposa en la pared de cal
y el grito de los teros
(hila la lumbre, Amor,
y amanece)
Celia
me guió por el jardín,
entre las cañas
(¿hasta cuándo este ayer?)
había retablos en la mesa
y ese poema que habla de la luz
y las naranjas.
En la puerta, ella abrió el Ubajay.
sentémonos aquí,
dijo,
de orilla a orilla,
que está buena la luz para ver
(alguien levanta un vaso
y resplandece)
© María Teresa
Andruetto
Maria Teresa Pinceladas de tiempo entretejidas con historias que llevan tu sello ¡Hermoso poema!
ResponderEliminarpequeñas ventas que se abren al recuerdo
ResponderEliminarBesosssss
Hermoso poema!
ResponderEliminarCon la luz de las naranjas y de tu poesía que siempre me sorprende y maravilla querida María Teresa...
Un abrazo grande
Montse Bertrán
ResponderEliminarel ayer, el recuerdo, una puerta(una puerta ya es un poema en sí)y el presente como final resplandeciente.
saludos
Anahí Duzevich Bezoz
Territorios para recuperar y habitar... un abrazo y agradecimiento, María Teresa...
ResponderEliminarClaudio Simiz
Ése olor a naranjas me llevó al pasado hasta que el presente del final me regresó M.Teresa.
ResponderEliminarMuy bueno
Cariños
Alicia Borgogno