muriéndome de amor
delante del que habita el cementerio
mi mano teje una oración
busco causas para justificar su muerte
invento desajustes en el tiempo
y me repito muchas veces
estará haciendo cabriolas
seguramente
en un lugar cualquiera
mejor que el que mi cuerpo
ausente de él siempre me puebla
y entonces me conformo
© Graciela Licciardi
Excelente, Graciela... el recuerdo reconforta
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
No solo te puebla sino que lo revivís en el poema ! Un abrazo Graciela
ResponderEliminarUff... se siente.
ResponderEliminarcariños.
ResponderEliminar¡Qué intenso poema, Graciela!
Qué profundo y melancólico.
Me gustó muchísimo.
Un abrazo,
Alicia Márquez
David A. Sorbille dijo...
ResponderEliminarQuerida Gra: muy buen poema!. Un abrazo
Toda la nostalgia está puesto en este gran poema, Graciela.
ResponderEliminarBesosssss