Octavo Piso: Fernando Medina y Guimaraes
Vivo en el piso que fue de mis padres:
Lejos quedaron sus sudores y sus pesares.
Podría vivir muy bien en otra parte,
Pero me complace recordar,
Entre estas cosas y muebles conocidos,
Que me elevé de entre los míos
Como un dios en una máquina.
Vivo en el piso que fue de mis padres:
Aquí avarientamente juntaron cada dólar
Para educarme, cuando este era un barrio despreciable
Y ellos la hez del planeta arrojada a esta playa
Todavía con vida como para engendrarme.
Y crecí como un monstruo, como algo notable.
Soy el futuro sin freno y ya nadie podrá pararme.
Vivo en el piso que ya fue de mis padres.
© Luis Benítez
Un balance que quizás no llegue a nada pero es bueno hacerlo , eso nos acerca a todo cuánto tenemos
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Lograste desorientarme Luis
ResponderEliminarlas cosas nos acercan y nada dicen al otro, al que llega, al que vuelve,o volvió nuevamente, las cosas son discretas, nada dirán nunca... pero recuerdan... a pesar del tiempo unen.
ResponderEliminarLidiaCC.