El primer bebé
Para G
Te despiertas,
bebé enamorado,
juega
la ternura de tu
rostro
a robarle
estrellas
al alba de tu
madre
que te mira
con los ojos
infinitos
de su universo,
luz océano de
amor.
Desde entonces
el sol se acuesta
y se levanta
en la sonrisa
llena
de un sueño,
reflejado
en las dos
estrellas azules
de tus ojos
cada día
nuevos.
© Luis Alberto Ambroggio
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