BRHUMANIDAD (y la ira del lobo)
“…al cielo, los pájaros
a vos y a vos y vos
que me han visto
en el polvo arrastrado…”
en el polvo arrastrado…”
sacanueces
apesadumbrado, en medio de esta brhumanidad
casi fétida, ah…
nebulosa en que apenas distingo mi reflejo
en el espejo
donde muevo mis
manos con exagerado frenesí
como manotazos casi
incoherentes
tratando de disipar
algo, abrir una brecha, un tajo
algo que me permita
un mínimo destello de esa luz que supongo e imagino
que ahí está… que
no estamos perdidos
un destello que resalte
o que insinúe un
esbozo de esa sustancia que aún nos late
para que podamos
reconocernos como esos humanos que nos sentimos
lejos, muy lejos de
esto o aquello que nos han dicho ser, lo que debemos
pero es tan densa
esa brhumanidad que artificialmente nos han construido
que cada brecha se
cierra al instante
y los tajos
cicatrizan sin haber dejado huella ni rastro de haber existido
y es un comenzar
continuo, un nunca acabar, la rotura no se insinúa
con su certificado de impunidad
es de tal magnitud
que nos quieren hacer sentir, creer:
que lo de uno es un
sueño errado, una utopía pálida
que no hay tal luz,
ni destello alguno
que somos sólo eso
que nos han dicho ser y como debemos ser
lo que han pautado
para nosotros, destino al que no podemos eludir
y que todo aquello
distinto que presentimos o sentimos, lo que nos late
es síntoma claro de
una enfermedad muy peligrosa: locura
ya que en esta
brhumanidad no se puede pensar, menos sentir
una humanidad
distinta a la establecida
mucho menos hablar
de ello y ni imaginarlo
todos deben ir por
el mismo cauce como es, sin cuestionar
hay que ir como se
debe ir y nada más
codicia e indiferencia es la materia densa
de esta brhumanidad
que como ser humano
que me siento ser y soy, me apesadumbra
y tengo miedo, me
aterra tanto dolor e ignorancia
que es como estoy y
me siento
y lo escribo y lo
digo como lo escribí y he gritado
pero no me amilana, afilo más mis dientes,
los aprieto
contra la pared
golpeo mis puños hasta que la sangre la cubre
heridas que no se
sienten a lo que me siento
porque me doy
cuenta y me encuentro aún de pie y entero
porque me tengo y
voy a seguir embistiéndola a manotazos
o con los huesos o
con lo que de mi quede
hasta hacerle una
rotura tal, que como un agujero negro se la trague
oh, con asombro veo como la pesadumbre
despierta la ira del lobo
ojo, que los lobos son
también de temer
© Francisco José Malvárez
Te salió la luna llena, amigo feroz tu poema, bello.
ResponderEliminarBesossssss
"...y me encuentro aún de pie y entero..."
ResponderEliminar¡Grande, Francisco!
Siempre de pie y a pesar de todo y todos.
¡Bellísimo tu poema!
Un beso grande
María Rosa León