no pudo dar
batalla su lenguaje
no bastó su
aliento
desarmada
su voz
de gritos y
dientes
saqueada
nunca supo
de bocas sin destierros
era sí
un
fantasmas en apuros
de vez en
cuando
algún distraído
dejaba una
mueca
en la palma
de su mano
© Carlos Dariel
Palabras contundentes mostrando una realidad palpable
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Dejaba una mueca en la palma de su mano... a veces ni siquiera eso nos dejan Hermoso !!!
ResponderEliminarQué bueno Carlos!
ResponderEliminar...en esa palma de la mano ese "fantasma en apuros" nos deja más que una mueca ...
Un abrazo
Montse Bertrán