la patria de
la memoria
no tiene
fronteras
avanza y
retrocede
sombra
en el cuerpo
algo de
ella regresó
y estoy de vuelta
algo de ella
se perdió para siempre
y estoy huyendo
mientras el verdugo, en silencio,
mientras el verdugo, en silencio,
observa
© Martha Goldín
El verdugo está siempre al acecho. Pero la poesía también.
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Perrig
Inquietante texto que moviliza las neuronas y las pone en alerta. Gracias.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
Magnífico poema. Inquietante, como dice mi amigo Jorge. Pleno de hallazgos en tus idas y venidas por el territorio que tan bien nombrás.
ResponderEliminarUn abrazo
Isabel Llorca Bosco