Poema de Lidia Vinciguerra
A Raúl Vera Ocampo
Pienso que uno se cae
y se levanta
y vuelve a caerse
y se levanta
y carga la lucidez
de asumir la negación
pavorosa
de quedar ahí
quieto
o para siempre
en el piso
en ese lugar reservado
a los insectos
de quedar ahí
magullado
con algún hueso roto
de quedarse ahí
a punto de quedarse.
Entonces sucede
la actitud natural
ganar
la superficie
de ese fondo reservado
a la doblegación
de los cuerpos débiles.
Encontrar
y encontrarse
en ese universo inconcebible
del pensamiento vertical
–o pendular–
esclavo de los hombres.
Y es curioso
presiento que
mientras tanto
algo nos distrae
quizás
la subjetividad amorosa
de creernos omnipotentes.
© Lidia Vinciguerra
3 comentarios:
Una muestra clara de la debilidad del ser humano y no darce cuénta a tiempo que solos no podemos
maria elena tolosa
La omnipotencia siempre distrae y el distraído está tan propenso a caer y destrozarse.
Abrazo, querida Lidia
Alicia Perrig
m encanto!!!! el universo que nos une
bellisimo!!!
Fabiposse
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