DESENCUENTRO
Madre: no nos despertaste
¿cómo hallar ahora
alguna utopía
o quien rece a la misma hora
que el gallo?
Hijas están rindo al sur
propias pasiones
(y acaso Dios dejó
de acariciarnos).
A no lamentarse
por sobrevividos.
© Susana Szwarc
Terrible poema. Sobrevivir. Y después?
ResponderEliminarMe gustó, aunque estoy temblando (será por eso)
Abrazo
Alicia Perrig
Susana, me gusta tu palabra cuando despega de lo cotidiano hacia lo eterno.. gracias por compartirla
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