12/9/12

Poema de Leandro Calle


Ecuador

................................A Carlos “chino” Vargas

Es ahí donde ellos aparecen. Comienzan a salir por todas partes.
Aparecen en las junturas del lavabo, sobre las chimeneas,
corren enloquecidos por los tejados de la ciudad.
Llueve. Pero en Quito siempre llueve de alguna u otra forma.
Ahora corren por el aire con su aliento pardusco
estos caballos míos que esta vez no son azules.
Atraviesan mis sueños, pululan por el tiempo, se disuelven,
pulverizan la atmósfera. No sé qué hacer con ellos.
A veces los derribo cuando cierro los párpados
Entonces, ya no están, se vuelven silfos de color celeste
pero son caballos del color del maíz.
Tropilla loca, Vargas, enloquecidos saltan por este hotel
que celebra mis huesos de una manera extraña.
-tal vez sea la altura- 2800 metros sobre el nivel del mar.
Tropilla loca, decía, se suben a los ascensores,
desayunan y almuerzan en el bar. Pero las noches no.
Allí prefieren irse por los bodegones a beber aguardiente
aunque en mi tierra prefieran vino tinto,
mucho mejor si se trata de un malbec.
Caballos amarillos y parduscos, Vargas,
Más que salvajes, poseen una refinada compostura
hasta para pedir la llave a los conserjes.
Créame, Vargas, que esta tropilla que me habita
desde el momento justo de haber colgado el tubo del teléfono
son caballos que tienen el color del maíz.
Usted me comprende
siguen a esa yegua reluciente que galopa
esa yegua terca y amarilla que llamamos amistad.

Doce años, Vargas, para llegar a esta ciudad y el tiempo no ha pasado.


© Leandro Calle

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6 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Seguramente hay detrás de este poema más. Y ese galopar de palabras que va llevando el poema. Hermoso!!

Lily Chavez

15 de septiembre de 2012, 7:58  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un Poemazo. Me gustarìa tenerlo en audio.

Gracias Leandro.

Saludos.

Andrea

15 de septiembre de 2012, 15:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Haz puesto a galopar mi corazón en la amistad de este poema, muy bello
W.M

15 de septiembre de 2012, 16:30  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Leandro, que hermoso poema y que tema tan original, te felicito. Me gusto mucho.

Carmen Amato

15 de septiembre de 2012, 16:40  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¡Qué hermosura! Brindo con malbec por estos increíbles caballos.

Jorge Luis Estrella

15 de septiembre de 2012, 18:47  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Leandro calle por donde corren parduscos los caballos en el tiempo que no se detiene a pesar de Quito.
Fantastico
Patricia Corrales

17 de septiembre de 2012, 17:36  

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