Cosas dichas II
Hablo de la recóndita belleza,
el asedio de pólenes aún vírgenes,
la fruición distendida,
... distante
de nubes que se asedian.
Hablo de la belleza fugitiva,
el flamígero hilván de los oleajes,
la evanescencia
de certeras luciérnagas.
Algún amanecer,
no demasiado ahíto,
no demasiado esquivo
podré hablar de tus ojos.
© Claudio Simiz
muy bella la transparencia de tu poema. un abracito. susana zazzetti.
ResponderEliminar!Excelente, compañero¡
ResponderEliminarMuy buen poema , lleno de lírica. Un abrazo. Gastón Sequeira.
ResponderEliminarUn buen poema , me encantó la belleza de sus palabras
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Como siempre sorprendente un poema tranparente y esperanzador....
ResponderEliminarTal parece que la poesía ya hablaba de sus ojos (y con suprema sutileza)
ResponderEliminar"...podré hablar de tus ojos"...un canto a la belleza del amor Claudio,
ResponderEliminarhermoso tu poema,
un abrazo
Montse Bertrán
Bello y profundo, como todos tus poemas, Claudio.
ResponderEliminarDesde el principio ya hablabas de sus ojos, amigo. Gran poema!
ResponderEliminarBesosssssss
Estupendo poema con una ilustración y unos colores dignos de él. Trabajo delicado sobre el decir y el sugerir, sobre la palabra y este silencio presentido como una plataforma submarina. Hablás de oleajes, de movimientos y luces fugaces para dibujar esa mirada, esos ojos que el poema no puede describir.¡Bravo, Claudio!
ResponderEliminarUn abrazo
Isabel Llorca Bosco
qué lirismo maestro!
ResponderEliminarGracias
W.M
Bellísimo poema.
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ResponderEliminarExcelente como siempre: lirismo y profundidad
Claudio: recóndita belleza...evanescentes luciérnagas...aproximaciones a esos ojos, aún fugitivos, que tu palabra asedia delicadamente, un abrazo, María Chapp
ResponderEliminarDelicadeza y belleza en tus palabras, un placer leerte.
ResponderEliminarQue hermoso Claudio, me encantó tu palabra y ese amor varonil que transparenta... gracias
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