Estamos aquí
y la nostalgia es nuestra única herencia
una maraña de sueños fallidos nos va sofocando.
a veces / durante un minuto /
siempre y jamás dejan de ser vacías cortezas
el unicornio se escapa del tapiz
viene a mirarse en nuestro espejo
alguien
después de habernos buscado largamente
se detiene ante la puerta
hay días en que /
se camina sin vacilar
días en que /
los tréboles huelen a infancia.
© Paulina Juszko
Ese final "dias en que los tréboles huelen a infancia" es de gran belleza, y todo el poema una semblanza de la espera admirable.
ResponderEliminarFelicitaciones
Ignacio
Hola Paulina: como dijo Ignacio Giancaspro, el final nos conmueve, nos lleva al momento de asombro de la infancia, como asombran las gotas de agua sobre las hojas de taco de reina en la imagen( de hecho, fue una de las cosas que más me asombró en la infancia) y los "unicornios", los sueños posibles, el encontrarse en el espejo entera. Esos momentos son los de la alegría, los que conoció Beethoven cuando escribió su himno, o Eric Clapton en sus solos de guitarra. Lo disfruté mucho Irene Marks
ResponderEliminarY tienen 4 hojas!!! hay días!!
ResponderEliminarBesosssssssss
me sedujo esa idea de quien busca una puerta la encuentra y se detiene ante ella
ResponderEliminarsorprende la facilidad con que lo dices
te doy mi parte de admiracion
Walter