VATE
De una vez y para siempre,
Elizabeth, la poeta del frío
develó, sin mirarme a los ojos
los secretos del arte de perder.
Elizabeth Bishop
su nombre aquí recuerdo
y un lírico gemido, no
a qué dolor se refería.
Sin mirarme, sin saber
si yo era árbol seco, nido
o la ocasión de repetir sus versos.
Entre nosotros, triunfe la verdad;
tampoco yo aprendí sus letanías
sino a través de mi propia voz.
He ahí una de las bellas artes:
hablar cada uno del otro
aunque sólo cuente su propia caída.
© Mariano Shifman
Muy bueno Mariano. "los secretos del arte de perder" me encantó. Gracias
ResponderEliminarPrecioso, Mariano. Un arte poética. Realmente es un placer leer tus textos. Muchas gracias. Adriana Maggio
ResponderEliminarY sí, Mariano, ahí está la magia de la poesía, su relectura, su hacerla propia, y lo decís con gran claridad, metiéndote en el meollo del alma poética: "tampoco yo aprendí sus letanías sino a través de mi propia voz." Un poema profundo y con un final contundente donde la palabra tiene mucho peso. Lo disfruté mucho Irene Marks
ResponderEliminarLos tres últimos versos son geniales, Mariano.
ResponderEliminar!Gran poema!
Besossssss
Mariano
ResponderEliminarhe disfrutado mucho de tu poema, me ha hecho pensar con su profunda y sugerente filosofía.
Solo un talento grande llega a tocar con tanta magia estos misterios. Eduardo Chaves
el arte de perder la vida misma
ResponderEliminares toda vida.
la ocasión del deseo es el afán de ser en ese otro que se vive
muy a pesar de su muerte.
de conjurar el miedo a ese olvido
que somos.
a esa derrota.
con afecto y consideración
Walter M.
Mariano
ResponderEliminarTu poema me recordó sucesos vividos, hay un sin fin de imágenes que se disparan y hacen su trabajo en el lector. Te felicito
Un beso
Graciela Licciardi
Aparente poema anclado en una anécdota, un reflexión profunda sin embargo que de su espesor poético refiere la consistencia humana.
ResponderEliminarGracias, amigo.
Grande, Mariano, disfruté este enorme poema!! Abrazos, María Chapp
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