Huellas
El recuerdo en su torsión gesta tu rostro.
Lo veo con los párpados cerrados
en el círculo de la luz.
Si súbitamente aparecieras
consentiría la llaga en el latido.
Todo un otoño rebota contra mí.
Ante mis ojos se multiplican
las mesas del café,
el olor aromático del cigarrillo
y las caricias arrebatadas
....(te habré deseado tanto tras el vasito de
......vidrio).
Fluctúa en mi mente
aquella tarde hecha para hacer el amor
.............(no para la despedida).
Mejor separarse
del tiempo que te trajo a mí,
de la marea de las ideas,
de cualquier doctrina.
Es como si pudieras oír
y en la oscuridad
tu presencia diera vueltas sin parar.
© Estela Barrenechea
"El recuerdo en su tosión gesta tu rostro" estupendo verso de una memoria ansiosa y dolorida que da una imagen que pierde en nitidez pero que da vueltas, ser multiplica, lo abarca todo. Los cafés, el intenso deseo tras el vidrio, el tener que estar en otras cosa porque aunque sea el momento del amor es el momento de las despedidas. Muchos amores nacieron así, con los pies en el borde del abismo. Pero como dice el Cantar de los Cantares y lo repite Wilde en su obra teatral Salomé:"el misterio del amor es más grande que el misterio de la muerte. Sólo hay que mirar el amor". Espléndido tu arte de poeta singular. Un beso
ResponderEliminarIsabel Llorca Bosco
los recuerdos intensos no nos permiten borrar sus huellas. es hermoso lo que decís, y su forma. felicitaciones. susana zazzetti.
ResponderEliminarMuy hermoso tu poema, Estela.
ResponderEliminarFelicitaciones y un beso grande
María Rosa León