Fallecimiento de Carlos Adalberto Fernández
No lo conocí a Carlos personalmente, estuvo en el blog y dejo su marca poética en el sitio. Me acabo de enterar de su fallecimiento. Va este breve homenaje a él y a su Palabra.
Mis condolencias a sus familiares, un abrazo Gus.
Nací en Buenos Aires, Argentina, en el 1939. Los 60s me dieron de lleno. Viví intensa, inocente, torpemente la época. De mi actividad literaria en esos años sobrevivieron -por pocos tiempo- dos cuentos, luego también descartados por una nueva etapa autocrítica.
A mediados del 2005 vuelvo a escribir, atraído por el aviso de un concurso de cuentos. Desde ese momento no paré, como narrador y escritor de poesia..
Gané un primer premio en la revista Abasto, otro en un concurso Almafuerte, un segundo de SADE de V. María (Córdoba), participación en selecciones y antologías en Dunken, Nuevo Ser y en varias editadas ppr grupos literarios. Abandoné los concursos y me dediqué activamente a la creación literaria. Participé en el grupo literario "Paginantes", cofundé el grupo "Muestrario de Palabras", fundé la evista virtual "Palabras al Sol", la cual dirigí en sus primeros números. Actualmente publico en diversas revistas virtuales.
Un poeta amigo definió mi narrativa: "... ese mundo sin salida de antihéroes patéticos, de la muerte, de la sinrazón... personajes unidos por el hilo inconmovible de un destino absurdo". Otros ejes son la tensión moral-instinto, las bifurcaciones que llevan al mismo lado.
ENTRE SOLEDADES
Nací. Viví, tal vez.
Ya voy muriendo.
En tanto, creo estar
aconteciendo.
Sólo llegué. Y viajaré
cuando me toque
salir de esta estación
llamada Vida.
(que es posible hallar algo de vida
entre estación final y de partida)
Se vive el miedo, la ilusión,
el odio,
la pasión, la frustración, el llanto.
Y la felicidad
que nunca dura tanto.
¿Amor? Un avatar, que duele
que hiere, que carcome y muele,
que no es vivir,
es padecer, es sino
de cualquier que sea, que al mundo vino.
Pero vivir, sentir la vida
que hiende viboreando la salida
de la soledad, del vacío, de la nada.
Sentir el Otro, ser el Otro, darse.
Cuando Uno ya no es Uno,
uno vive y es,
aunque se extinga.
Si yo fui más que yo
tal vez no llegue
tan solitario, al punto de despegue.
Corrientes sola
Es alta noche. Corrientes está sola.
Me mira. Me acompaña, yo pateando restos.
La luna deambula tras las almenas
De torres que otean inciertos horizontes.
Los pasos suenan con ecos tristes.
Corrientes está sola. Yo voy solo.
Recordamos...
¿Cuantas cosas, Corrientes?
Cuantos sueños, en patrulla utópica,
o en cortejo quebrado
o en columna de rencores.
Luego solos de nuevo, vos y yo,
Recogiendo llantos, remendando heridas,
Rehaciendo promesas.
Caminando.
Vos mirando.
Como hoja en otoño
Se fue muriendo lento
como cerrando puertas,
como apagando luces
y distanciando ruidos.
Se fue secando a tajos,
agrisando la mirada
la piel, la risa, la espera.
Las voces se fueron yendo
disueltas en gris de ayeres.
Una brisa la invitó
al último viaje, a, quien sabe.
La hoja se soltó, Se entregó al vaivén
de la brisa otoñal,
a dormir en la ilusión
de despertar en otro mundo.
© Carlos Adalberto Fernández
Mis condolencias a sus familiares, un abrazo Gus.
Nací en Buenos Aires, Argentina, en el 1939. Los 60s me dieron de lleno. Viví intensa, inocente, torpemente la época. De mi actividad literaria en esos años sobrevivieron -por pocos tiempo- dos cuentos, luego también descartados por una nueva etapa autocrítica.
A mediados del 2005 vuelvo a escribir, atraído por el aviso de un concurso de cuentos. Desde ese momento no paré, como narrador y escritor de poesia..
Gané un primer premio en la revista Abasto, otro en un concurso Almafuerte, un segundo de SADE de V. María (Córdoba), participación en selecciones y antologías en Dunken, Nuevo Ser y en varias editadas ppr grupos literarios. Abandoné los concursos y me dediqué activamente a la creación literaria. Participé en el grupo literario "Paginantes", cofundé el grupo "Muestrario de Palabras", fundé la evista virtual "Palabras al Sol", la cual dirigí en sus primeros números. Actualmente publico en diversas revistas virtuales.
Un poeta amigo definió mi narrativa: "... ese mundo sin salida de antihéroes patéticos, de la muerte, de la sinrazón... personajes unidos por el hilo inconmovible de un destino absurdo". Otros ejes son la tensión moral-instinto, las bifurcaciones que llevan al mismo lado.
ENTRE SOLEDADES
Nací. Viví, tal vez.
Ya voy muriendo.
En tanto, creo estar
aconteciendo.
Sólo llegué. Y viajaré
cuando me toque
salir de esta estación
llamada Vida.
(que es posible hallar algo de vida
entre estación final y de partida)
Se vive el miedo, la ilusión,
el odio,
la pasión, la frustración, el llanto.
Y la felicidad
que nunca dura tanto.
¿Amor? Un avatar, que duele
que hiere, que carcome y muele,
que no es vivir,
es padecer, es sino
de cualquier que sea, que al mundo vino.
Pero vivir, sentir la vida
que hiende viboreando la salida
de la soledad, del vacío, de la nada.
Sentir el Otro, ser el Otro, darse.
Cuando Uno ya no es Uno,
uno vive y es,
aunque se extinga.
Si yo fui más que yo
tal vez no llegue
tan solitario, al punto de despegue.
Corrientes sola
Es alta noche. Corrientes está sola.
Me mira. Me acompaña, yo pateando restos.
La luna deambula tras las almenas
De torres que otean inciertos horizontes.
Los pasos suenan con ecos tristes.
Corrientes está sola. Yo voy solo.
Recordamos...
¿Cuantas cosas, Corrientes?
Cuantos sueños, en patrulla utópica,
o en cortejo quebrado
o en columna de rencores.
Luego solos de nuevo, vos y yo,
Recogiendo llantos, remendando heridas,
Rehaciendo promesas.
Caminando.
Vos mirando.
Como hoja en otoño
Se fue muriendo lento
como cerrando puertas,
como apagando luces
y distanciando ruidos.
Se fue secando a tajos,
agrisando la mirada
la piel, la risa, la espera.
Las voces se fueron yendo
disueltas en gris de ayeres.
Una brisa la invitó
al último viaje, a, quien sabe.
La hoja se soltó, Se entregó al vaivén
de la brisa otoñal,
a dormir en la ilusión
de despertar en otro mundo.
© Carlos Adalberto Fernández
18 comentarios:
Carlos, el escritor, ese que nos habló en sus cuentos del rito-mito, de el honor y deshonor, del malevo, de la existencia, ya no está. Un gran amigo. Me impactó la noticia, el año pasado, en noviembre nos dejó casi un adiós. Murió, por ser porteño y hombre de tango, el mismo día que murió Gardel.
Gracias, Gus por este homenaje.
que no muera su palabra, que no silencie ese primer poema, radiografía perfecta de la vida. ni los otros. poeta de transparencia a quien conocí y cuyo viaje hacia otra patria deja huellas en ésta, para recordar. abrazo en el dolor a la familia. susana zazzetti.
Hola: No lo conocí en persona, sino a través del blog de Gus. Su poema que publicaste Como hoja en el otoño, muestra la fluidez de un espíritu libre, profundamente poético, que habla de ese "último viaje", de ese "quién sabe", refiriéndose a que "la hoja se soltó". Es un honor escuchar esas palabras, y ojalá esa "brisa otoñal" que lo llevó le permite saber que otros poetas recuerdan y aprecian su palabra. Irene Marks
Lo conocí a Carlos Fernández, a través de Muestrarios y Palabras al sol (la revista que dirigió), siempre me impactaron sus cuentos urbanos y porteños.
Y además tenía su propio blog o espacio:CEDIEl, me parece era.
Un amigo, un hermano en letras que nos dejó y el dejó su estela.
Gracias a la vida, por haberlo conocido; lamento no conocerlo personalmente, físicamente.
Al igual que Gus no lo conocí personalmente pero por mucho tiempo mantuvimos correspondencia y nos encontramos en sus cuentos, en su poesía...y al margen de conocerlo o no, duele todo escritor que se va y se agradece de Gustavo estos recordatorios que son imprescindibles para el corazón sensible de todos.
Lily Chavez
Cuànta gente valiosa se esta yendo. Parece que hay planes mejores para ellos, allà, donde estèn. Bello homenaje Gus. Permites que la palabra sobreviva a pesar de este transito breve por la vida.
Gracias. Un abrazo.
Andrea
Gus querido,
estos preciosos poemas de Carlos A.Fernández, unidos al merecido homenaje que le dedicas, enaltece aún más la generosidad de tu espíritu, que sabe rescatar la obra de los poetas, aún sin haberlos conocido personalmente. Una manera entrañable de celebrar su vida en otra dimensión. Gracias, querido amigo, cariños,
Eli
Qué buen, hermoso homenaje a Carlos Fernández que ha hecho ese viaje quizás luego de la última estación, como dice en su poema.Los sentimientos fluyen, hasta explotan, diría. Gracias por permitirnos haberlo conocido a través de su obra, Gustavo, y de tener su obra, más allá de su ausencia. Cecilia Glanzmann
Impactante este poema que coincide con su partida, nos dejo su poesía que trasciende.
Un aplauso a este escritor que nos dejó su obra.
Gracias Gustavo por este hermoso homenaje .
Despierto en otro mundo, Carlos, el poeta sigue brillando!
Gracias Gus, vos siempre re cordando, volviendo a pasar por el corazón...
Besos
Montse Bertrán
No lo puedo creer, siempre lo tenía presente para enviarle mis notas, para seguirnos, para compartir...me duele mucho esta noticia.
Carlos Adalberto Fernandez, no se fue. Sigue acá entre sus versos, los cuales seguiremos leyendo siempre con el asombro del primer día que lo conocimos en las varias LISTAS LITERARIAS. Este primer poema que nos regalas Gustavo, es una despedida en su tránsito por esta vida, como él mismo da a entender, quizás presagiando su partida. Da mucho dolor enterarse.
Doy mi mas sentido pésame a sus seres queridos.
Muchas gracias Gustavo por tu gran sensibilidad, la que es un ejemplo y da a conocer tu gran entrega desinteresada a la divulgación de los poetas y su poesía. Un abrazo grande. Xenia
David Antonio Sorbille dijo...
Me asocio al sentido recuerdo de Carlos.
Gus, decís que no lo conociste personalmente y quedó su marca, yo me quedo pensando en lo bueno que es unificar sentimientos y palabras hasta sentir al otro por medio de la comunicación. En lo que a mí concierne, me deja un manto suave cuando cuenta su trayectoria, así, con llaneza
La pérdidas duelen pero queda tanto
Betty Badaui
Para mí fue un entrañable amigo y un extraordinario narrador. Me enteré de su partida cuando llamé a su casa para fijar un día para ir a verlo. Gracias, querido Gus, por este homenaje.
Jorge Luis Estrella
Hermoso homenaje Gus, y es grato imaginar una nueva estrella qué sumada al cosmos, brillará eternamente con luz propia.
muere el hombre no su obra
gloria en su tumba!
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