
METAMORFOSIS DE LOS DÍAS
Primero hormigas que se encaminan sin prisa pero sin pausa hacia el agujero.
Y el niño quiere apurarlas, las empuja con un palito, lo irrita su lentitud.
Luego gatos de andar sigiloso acechando a su presa.
Y el hombre no los percibe, obnubilado, sólo percibe la presa.
Después vertiginosos caballos que se abalanzan, compitiendo por llegar a una meta fatal.
Y el viejo quisiera quedarse en la largada.
Por fin guepardos suspendidos en el espacio, congelados en una carrera cuya progresión es invisible al ojo desnudo del que va a morir.
© Paulina Juszko
El hombre es avaro, pasa eso.
ResponderEliminarGran poema.
Un cariño
Buena metáfora
ResponderEliminarUn hermoso poema me impactan los gatos acechando
ResponderEliminarmaria elena tolosa