En la orilla: 34
Y tus piernas eran más largas que el día sin tus piernas. Y yo era cursi, como ahora. Me calzaba en las palabras una flor de un rojo carmesí como en los boleros. Tiritaba ante la proximidad de tus pasos. Regurgitaba aplausos del perfume de tu piel como si me hubiese tragado un violín, o dos, una comparsa de maripositas o qué. Y después tus piernas eran largas como la noche sin vos.
© Máximo Ballester
"Y después tus piernas eran largas como la noche sin vos".
ResponderEliminar¡Qué magnífico poema, Máximo!
Un abrazo,
Alicia Márquez
hermoso Máximo! con ese estilo tuyo tan definido ;)
ResponderEliminarGenio, genio, genio, un poema maravilloso. Besos de Alicora.
ResponderEliminarTan tuyo Máximo,
ResponderEliminar...nada cursi, siií sensual!
Me conquistó tu poema de las piernas largas,
Besos
Montse Bertrán
Estoy a punto de salir de viaje,y me detengo en tu poema que también es una ventanilla abierta a los goces, y las imágenes que van y vienen para deleitarnos.
ResponderEliminarBeso amigo
Lily Chavez
Genio y figura........Bravo amigo!!! Siempre Bravo!!
ResponderEliminargenial, como siempre. Beso amigo, Ro
ResponderEliminarHermoso poema!! Dulce y tierno...Fabiana León
ResponderEliminarPara esas piernas tan largas, este poema, que de tan corto, puede ser interminable
ResponderEliminar¡Qué cosa linda, querido Máximo! Conmovedoramente ingeniosa y adorable.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
Hermoso, Máximo!! me subyugaron varias imágenes...esa comparsa de maripositas...me cautivó este poema...besotes, María Chapp
ResponderEliminarY está el genio del poeta con mayúsculas!!
ResponderEliminarBesossssss