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9/7/12

Prosa de Ana Guillot


Casandra

Casandra no atardece en los eclipses. Cuando padre y madre copulan, ella repta ligera y voluptuosa. No le teme a la escasa figura de la noche, ni tiembla su incandescencia ni nada. Hay mar de sobra, y en él están los griegos. Las naves se sumergen como ojos hambrientos, como lobos que alimentan las pezuñas y el gris. El eclipse se huele. No es necesario ser profeta para concentrarse en la matriz del verde. Basta con observar. El ritmo de los astros. Ellos delatan el ángulo de rotación, la efervescencia o la oquedad de su carne. El bosque o los montes vociferan el oscurecer de cada fragmento de luz, como un imán que desnutriera los ojos y dejara a los humanos temblando.
No es Zeus, ella lo sabe. Hay algo más que arde en el misterio. No es Dionisos ni es Apolo, ella lo intuye. El movimiento del mundo no es arrebatado ni capcioso. Hay un orden allí. Hay una música.
© Ana Guillot

9 comentarios:

  1. Excelente. Sobrio, poético, con imágenes muy logradas. Desde lo particular de la guerra de Troya, a lo universal del destino de todos los hombres. Gracias. Un beso. Adriana Maggio

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  2. ¡Me encantó tu poema, Ana! y esa recreación de esa historia y de ese personaje fascinante: Casandra!
    Aplausos, bises y besos
    María Rosa León

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  3. Belolísimo Ana!!!! Fascinante historia, colores, imágenes. Gracias. Sonia Del Papa Ferraro

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  4. Orden y música movimiento del mundo,siempre hay limpidez en escritura, besos Michou Pourtalé

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  5. Muy hermosa recorrida por el pasado. Gracias Ana!

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  6. Hay orden y hay música. !Me encantó!

    Besossss

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  7. Hay un orden que vos, Ana, has sabido narrar con maestrìa poética a partir de una mitología que se ve que te encanta y de un personaje maravilloso.

    Jorge Luis Estrella

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  8. ANA, GENIA TOTAL, PIBLICADA, AFAMADA, LABURADORA INCANSABLE.
    FELIZ DÍA DEL AMIGO HOY Y SIEMPRE
    GRACIELA LICCIARDI

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  9. David A. Sorbille dijo...
    Un texto fenomenal, Ana!. Un abrazo

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