Como último recurso
"...soñaba que soñaba que estaba así tendido,
soñando que soñaba."
Eliseo Diego
soñando que soñaba."
Eliseo Diego
Acaba de anunciar la medianoche
su punta alfiler;
desfalca el tintineo de las llaves,
allana el esqueleto inmóvil...
Nadie entiende que hacia adentro
el filo de las treguas nos persigue.
En la calle, gris y suave caperuza,
se esconden los poetas.
Llevan consigo cada uno una buhardilla
y la inquietud de sus huesos es palpable.
© María Eugenia Caseiro
Querida MARIÚ, nos acercás una marav illa de poema sobre el miedo, la maldición de ser poeta.
ResponderEliminarDesde el epígrafe de Eliseo Diego, desde esos tres primeros versos, nos adentramos en la noche para sentir "el filo de las treguas.Y es medianoche, todavía faltan horas para que amanezca. Todo persigue. Muy bueno, María Eugenia.Un abrazo
Isabel Llorca Bosco
querida isabel^ siempre percibiendo el hálito de las profundidades^ tu comentario es fresco y vital^^^
ResponderEliminargracias^^^
m.e.
un poema muy entero en su intendionalidad.bellamente expresado. susana zazzetti.
ResponderEliminarIsabel:
ResponderEliminarSimplemente me encantó.
Aplausos.
Un abrazo.
Dragontesa Leuzzi.
Es como caminar por las calles vacías cuando el silencio reinante es compañero. Hermoso y sentido poema.
ResponderEliminarayyy que bello poema,mil gracias!!!!!!
ResponderEliminara todos muchas gracias^^^
ResponderEliminarm.e.