
No puede moverse,
teme que las letras caigan,
que las palabras se destiñan
con la humedad,
que resbalen y formen otro texto.
No quiere moverse,
pero escucha el reloj
y escucha el viento
y Heráclito y los mismos y no somos
y no quiere moverse.
© Sonia Rabinovich
pegado al instante de la escritura, poema y pieta emprenden uba lucha contra los relojes. Buen poema sibre esos sentimientos que a veces se apropian del poema y que sucede akl escritor,..hermosamente dicho.
ResponderEliminarIsabel Llorca Bosco