
Invento el jardín que no tuve y me fotografío
bajo un toldo de cielo.
Cuando menos lo espere, la palabra jardín
me abandonará, y volveré a mis pueblos con
calles de tierra y corazón dorado.
Me dedico a barrer sombras alargadas como cangrejos raros,
sombras de siglos en ciudades inquisidoras, dulcemente
hostiles a mi curiosidad y a mis robos.
¿Robar para el poema, no para la corona, tendrá perdón?
Hasta que la luna salga en mi búsqueda
le quito Groenlandia a los daneses y escribo
en esta página una carta al viejo Erik el Rojo.
En borrador, sobre mi río y mis piedras, mi canción
y mi Sur. Y las tribus diezmadas, y una oscura
mancha de petróleo sobre la palabra justicia.
© Paulina Vinderman
ME GUSTA TU POEMA Y LO QUE DICE ROBAR PARA EL POEMA, HERMOSA TU DEFINICION , UN BESO DE MARIA LUISA
ResponderEliminarNorte, y la igenuidad del Sur violada tantas veces por fuerzas disfrazadas de justicia o de razón histórica. Sí Paulina es lícito robar para el poema.
ResponderEliminarComo siempre tu poesía magnífica y admirable
Ignacio
Espléndido poema, querida Paulina. "Robar para el poema" es escribir siguiendo el camino del deseo.
ResponderEliminarY también escribir la injusticia sin despegarse de la belleza sobria que caracteriza a tu obra.
Ub abrazo
Isabel Llorca Bosco
Espléndido poema, querida Paulina. "Robar para el poema" es escribir siguiendo el camino del deseo.
ResponderEliminarY también escribir la injusticia sin despegarse de la belleza sobria que caracteriza a tu obra.
Ub abrazo
Isabel Llorca Bosco
Espléndido poema, querida Paulina. "Robar para el poema" es escribir siguiendo el camino del deseo.
ResponderEliminarY también escribir la injusticia sin despegarse de la belleza sobria que caracteriza a tu obra.
Ub abrazo
Isabel Llorca Bosco
Estas son palabras de un alma idealista. Me gustò todo el poema pero el final me impacto.
ResponderEliminarGracias Paulina.
Andrea
Querida Paulina: felicitaciones por este logrado poema, donde conviven equilibradamente las bellas fantasías con la dura realidad. Cariños de tu lector y amigo. Horacio Laitano
ResponderEliminarLas sombras alargadas como cangrejos ¡Me encantó! ni hablar de robar para el poema, genia te quiero
ResponderEliminarAndrea