Poema de Mirna Celis

El Adiós

La lluvia caía a raudales sobre mi pelo,
me mojaba los recuerdos y la memoria;
por sus lianas se deslizaban tus manos,
el sonido de tu voz, las divagaciones nocturnas,
los quizá y todo lo que no fue.
Me quedé empapada de tu presencia, aquella tarde,
dejé que te escurrieras de una vez para siempre.
Sopló el viento y con él, volaron todos los pájaros
que se habían anclado en mí tan implacablemente,
que revoloteaban en los días y las noches; hacían nidos
en cada hueco de mi ser y me abarcaban con tus alas.
El sol terminó por evaporar todo vestigio, toda huella.

Me quedé mirando las nubes que se formaron en el cielo
y como quien pudiera escribir en ellas, delineé con letras
grandes, el adiós, que nunca pude decir.

© Mirna Celis

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