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12/6/12

Poema de Juan Carlos Rodríguez


Insolentes almohadas

Vos me decías
que querías mudarte a la casa de la isla
y que ansiabas la llegada de fragancias arreboladas.
Reclamabas lapiceras para garabatear poemas,
rincones para soñar y llorar a gritos.
Pedías que no falten mariposas embarazadas
ni sembradíos de caricias o neblinas reveladoras,
botellas vacías desperdigadas,
manzanas que inciten al pecado,
camas donde nuestras desnudeces floten
y lenguas encarnadas en rosales.
Demandabas insolentes almohadas que interpelen
melodías incrustadas en los techos
y vestigios triunfantes de un ritual de espasmos.

Mientras vos seguías con tu manifiesto de imágenes
yo tenía una precaria certeza:
mi única casa era tu cuerpo.

© Juan Carlos Rodriguez

6 comentarios:

  1. Magnífico final. Bastante heideggeriano: El lenguaje es la casa del ser.
    Isabel Llorca Bosco

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  2. Magnífico final. Bastante heideggeriano: El lenguaje es la casa del ser.
    Isabel Llorca Bosco

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  3. Gracias, Claudia, gracias, Isabel... me hacen muy bien sus palabras...
    Juan

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  4. una exquisitez poética ¡ y tanto ese final!! susana zazzetti.

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  5. Juan Carlos:
    Pluralidad de imágenes sumadas a esa mariposa en alerta de la imagen que acompaña!

    Tere Vaccaro.

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