EL VACÍO DE LA PALOMA
A esa hora invisible todavía
una tiznada paloma
se escapa de mi balcón.
Ha comprendido que atrapada
en la lujosa decadencia de los hierros
tal vez no me sea grata.
Por eso carga el cielo
y se va por las aguas del este.
El minúsculo arabesco ya no existe.
Pero su vacío permanece.
Y poco a poco
va creando el pico, las patas, las alas
de otra tonta paloma
que en los hierros decadentes
tiembla.
© Héctor Miguel Ángeli
Muy buen poema, felicitaciones.Gastón
ResponderEliminarHéctor Miguel
ResponderEliminarsiempre contundente en tu voz lírica. PAOLANTONIO
La poesía de Héctor Miguel es siempre emocionante pero la publicada por Mis poetas contemporáneos es mi preferida Por algo Héctor Miguel es nuestro poeta más premiado. Un abrazo.Yolí
ResponderEliminarHéctor Miguel, ya no voy a decir que es retórica decaída escribir sobre las palomas porque tu poema la crea en libertad, en el oleaje del vacío. El vacío de los hierros forjados y del yo tiene memoria y la recrea.Y ese vacío y su golem es el centro de este poema excelente.
ResponderEliminarIsabel llorca bosco
Qué forma de abordar lo cotidiano y metáforar la libertad!!, y no hay que ser paloma para comprender su significado.
ResponderEliminarGracias Maestro!!.
Andrea