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9/6/12
Poema de Eduardo Chaves
EL IMAGINADO
Miraste de costado tu pequeña valija cerrada como un muro
y dijiste “Hasta siempre” sin elevar demasiado la voz.
Pensé qué cosas llevarías
............... qué distancias
retazos de minutos que hicieran más liviano tu equipaje.
No pregunté nada.
La hora de los tristes balances había sido ayer
..... la semana pasada
o tal vez algún día de un año ya difícil de nombrar.
Abrí la puerta de calle y dejé que mis ojos
se fueran con tu espalda.
La vereda se convirtió en un río de baldosas
por el que empezaste a navegar
.. a desarmarte
.... a ser lo que no vuelve.
Al entrar de nuevo en la casa
escuché que la mesa le decía a las sillas, “Estamos solas”
la ventana le dijo a la cortina, “Estamos solas”
los platos a los vasos, “Qué silencio terrible”
la lámpara a los libros, “Hoy no puedo la luz.”
Dejé llegar la noche y me acosté en la cama
... los brazos debajo de la nuca
...... la mirada en el techo
......... el corazón cerrado
nudo .. candado .. raíz amarga
..... escarcha .. lodo .. animal atado.
La ciudad me hizo llegar los ecos de la vida continua y azarosa
metálicas bocinas
palabras y ladridos
el susurro del viento danzando entre los árboles
sirenas de ambulancias buscando la catástrofe.
“Estoy solo”, me dije
y comprendí a las sillas la mesa la ventana
las cortinas los vasos los libros y la lámpara.
Desperté en la mañana
y levanté el asombro de seguir con la vida.
Puse mis pies descalzos sobre la alfombra triste
“Estoy sola”, dijo la alfombra con un suspiro de suavidad y olvido.
Los zapatos dijeron, “Quien vendrá ahora a soñar otro cielo”
y mis pies respondieron:
“Nadie.
.... Este cuerpo perdido
....... ya no tiene nombre
......... ni sangre
............. ni dueño.”
© Eduardo Chaves
eduardo, una obra de arte tu poema donde se conjugan imágenes que quisiera llevar conmigo. me produjo emoción leerlo. susana zazzetti.
ResponderEliminarMuy buen poema, excelente pintura del encuentro inesperado con el desamparo y la soledad.
ResponderEliminarFelicitaciones Eduardo
Ignacio
un gran poema desolado, Eduardo.
ResponderEliminarBesosssss
Tu poema mueve las fibras más íntimas del lector, felicitaciones . Beso de Alicora.
ResponderEliminarMu bueno, Eduardo especialmente desde ese anrir la puerta"mis ojos se fueron con tu espaolda...
ResponderEliminarUna mirada distinta sobre un tema bastante común.
Un abrazo
Isabel
Mu bueno, Eduardo especialmente desde ese anrir la puerta"mis ojos se fueron con tu espaolda...
ResponderEliminarUna mirada distinta sobre un tema bastante común.
Un abrazo
Isabel
Muy buen poema cuyo corazón lo dice todo: "Dejé que mis ojos se fueran con tu espalda"
ResponderEliminarComo siempre descollando imágenes, belleza, arte, atrapando a quienes te leemos y unos finales magníficos. Beso Edu
ResponderEliminarLily Chavez
¿Hay mayor orfandad que el diálogo que se establece entre las cosas que habitamos y la casa vacía?
ResponderEliminarHay en ese juego de imágenes y contenidos la hondura del que contempla, y la sabiduría del vivir intenso. Felicitaciones!
Elisa Dejistani
Excelente Eduardo!
ResponderEliminarUn placer leerte
AH esa hora de los balances! Abrazo PAOLANTONIO
ResponderEliminarSe le extrañaba, Poeta y mucho y cómo¡
ResponderEliminarQuien no llegó a esta situación alguna vez creyendo que todo había terminado, pero la vida siempre tiene la última palabra.
Su poema devela magia y misterio muy bellamente para afrontar un tema eterno y doloroso. Que las musas lo acompañen siempre para nuestro deleite. Un gran abrazo. Vic
Tristeza melancolía y como dice Paolantonio
ResponderEliminaresa hora de los balances
desde graciela abrazo
Eduardo me ha conmovido enormemente tu poema, pero igualmente me ha complacido enormemente leerte. Eres un gran poeta. Felicidades.
ResponderEliminarCarmen Amato
Eduardo: qué puedo decirte? tenés esa forma de expresar el sentimiento con la intensidad precisa para llegar al alma.
ResponderEliminarComo siempre, un placer leer tus poemas.
Un beso enorme!!
Mirna Celis.
Una maravilla tu poema, Eduardo!!!
ResponderEliminarCon ese cierre con el diálogo de los zapatos y los pies... ¡Excelente!
Felicitaciones y un gran abrazo
María Rosa León
Un excelente poema de soledad y ante la pérdida de nuestros lugares el dolor y las preguntas sin respuesta.
ResponderEliminarAplausoss
Un abrazo.
Dragontesa Leuzzi.
Los adioses y su capacidad de poner dolor sobre toas las cosas. Bello Edu y profundo como todos tus poemas. Un beso.
ResponderEliminarEnorme poema sobre el dolor de la separación...los ojos que se van enla espalda de quien ya no...el insomnio...la soledad proyectada en los objetos..y la vida cotidiana que "extrañamente" continúa...magnífica creación, me conmovió,un abrazo, Eduardo, María Chapp
ResponderEliminarConmovedora elegía a la separación sin regreso.
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Perrig
Un ventarrón se desata en este poema, el de la soledad, el del abandono, el del cambio esencial de posición ante el mundo. Logradísimas las imágenes del amor que se aleja, de la alfombra que susurra su soledad. El monólogo final es magistral. Lo disfruté mucho Irene Marks
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