Penélope
Amado mío
mis ojos guardo
y mi ofrenda
de adorarte.
Al cielo mis plegarias
y mi fiel castidad
de amarte.
Ulises esposo mío
rey de Ítaca.
Mi habitación brota
de pestañas al conjuro
de verte nuevamente en mí.
Prójimo de mis días
animoso de mis tierras
al tiempo no le temo
porque guardo en mi alma
tu promesa de regresar.
© Cynthia Rascovsky
y así sucedió, con la misma seguridad que tiene este poema. susana zazzetti.
ResponderEliminarUn gran poema Cyn, felicitaciones. Carlos Carbone
ResponderEliminarCuánto nos inspira el Amado!
ResponderEliminarPenélope simboliza la fidelidad en el amor...como el Principito con su rosa, te acordás?
Gracias por tu bello poema Cynthia,
Un saludo poético
Montse Bertrán
Otros tiempos, otras mujeres, ¿habrá sido cierto? Lo cierto es que tu poema es contundente.
ResponderEliminarUn abrazo,
Alicia Márquez
ayer hablábamos de esto en nuestro taller literario, por qué lo clásico, por qué su vigencia... quizá, porque en algún modo todos los hombres y mujeres somos Ulises y Penélopes,
ResponderEliminarfíjate la coincidencia y la tozudez del argumento
gracias
W.M
Hermoso poema
ResponderEliminarse abre como una flor
desde graciela abrazo
¡Hermoso poema, Cynthia! Es, para mí, el más lindo de los tuyos.
ResponderEliminarEs perfecto, no sobra ni falta nada; está pleno de ternura.
Felicitaciones y un gran cariño.
Mariano Shifman
simplemente hermoso :)
ResponderEliminarHola Cynthia:Un canto lírico que fluye suavemente como la espera de Penélope, alargándose en esa promesa que se vuelve sueño, nos seduce en tu poema envolvente. Gracias Irene Marks
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