BELGRANO en SOLEDAD
La figura del barco pirata, oculta el sol.
Se sumerge y prepara el ataque.
Torpedos que van a teñir de sangre el mar.
Ya nada se interpone en su camino.
En la lejanía, otro barco está clamando Justicia.
No pide nada ajeno a la verdad.
Pero ahora lo verdadero se transforma.
Atroz equívoco del hombre.
Guerra demencial declarada en arrogancia.
Acuñada con declamaciones fatuas.
Declamada con ademanes voluptuosos.
Allá, el barco, empezando a sentir la soledad.
Y deseando anclar en SOLEDAD.
La Reina de la Avaricia da la orden.
Todo está dicho, herida mortal.
Desde el cielo tal vez BELGRANO.
Esté envolviendo sus cuerpos con la bandera de la patria.
© ALICIA CORA FERNÁNDEZ
Imagen enviada por la autora
Doloroso, muy duro y hermoso. Ojalá algún día podamos SER nuevamente dueños de lo que nunca debió dejar de ser nuestro. Viva la patria. Besos E. Calabrese.
ResponderEliminarMuy buen poema, con escenas y metáforas coherentes, honra dolorosamente ese sacrificio inutil
ResponderEliminarprovocado por la estupidez y ambición humanas.
UN FINAL DE GLORIA
Ignacio
Gracias por el poema, por el recuerdo, por volver a pasar por la memoria li iinborrable.
ResponderEliminarAbrazo grande
Cecilia
Alicia
ResponderEliminarimposible leer tu poema sin sentir un nudo en la garganta. Todo un recuerdo que nunca tendrá descanso. Eduardo Chaves
Imágenes conmovedoras en este poema alegato, querida Alicora. Felicitaciones!
ResponderEliminarun abrazo
Elisa Dejistani
Durísimo poema que conocía, y que cada vez, me gusta más, pese a la enorme tristeza que me produce.
ResponderEliminarUn abrazo,
Alicia Márquez
La realidad que muestra el dolor
ResponderEliminaren un poema de recuerdos//commovida
desde graciela abrazo
SI PERO no solo doloroso para tu país, sin para el mundo. Con tanta guerra, con tanto dolor de dolor. Abrazos desde Perú
ResponderEliminarConmovedora evocación de ese momento de esa guerra tan absurda. Y una esperanza de que vuelva "la hermanita perdida" a casa.
ResponderEliminarFelicitaciones, Alicia y un beso muy grande
María Rosa León
David A. Sorbille dijo...
ResponderEliminarEstimada Alicia: la desgarrada y emotiva realidad. Un abrazo