Sonidos
A las lágrimas de mi madre
los Viernes Santos
El piar
de los pollitos
al nacer
el graznido de los búhos
en las noches claras
la lluvia
cuando caía
y mi madre me decía
recuerda, Martita,
a los chicos tan pobres
que no tienen techo
la bocina
del Ford T
de mi padre
el rebuzno del burro
que me llevaba una tarde
por Mina Clavero
y casi nos caímos
desde el puente
al río
los escopetazos
de mi papá
cuando íbamos a cazar
los domingos, los dos solos
las plumas que entonces caían
de cuarenta perdices
Y de una liebre
su rabo caliente
el chirriar
de la grasa
sobre las brasas
del asado
cuando regresábamos
el silencio
cuando mi perra
secuestrada por el gavilán
cayó al fuego
el último
de los ladridos
de uno de mis perros
el Tupac, que mi padre...
y el sonido del revólver
el aletear de las mojarritas
en el arroyo
los días de crecida
el pitear de la locomotora
al entrar en el puente ferroviario
y la huida de palomas
dos veces al día
el cascabel
de la serpiente
que casi pisé esa tarde
en el patio
el canto del teru teru
tomando agua
a la siesta
junto a mí y la iguana
bajo el sol dormidas
el coro de mi madre
© Marta Zabaleta
Foto enviada por la autora del poema
Recuerdos que emocionan
ResponderEliminardesde graciela abrazo
Hola Marta. pantallazos de infancia, imágenes que deslumbran la memoria.
ResponderEliminar¡Logradísimo!Con cariño Irene Marks
Muy bellas imágenes de la infancia y los afectos que siempre perduran.
ResponderEliminarFelicitaciones, Marta, y un beso grande
María Rosa León
para conmoverse con tanta infancia contada así: delicadamente y un velo de tristeza. susana zazzetti.
ResponderEliminarGracias por este poema, creo que podemos compartir recuerdos.Un abrazo
ResponderEliminarSilvia Loustau
Que bueno que los recuerdos se hagan "poema"
ResponderEliminarBello poema teñido de nostalgias
ResponderEliminarrealmente un recuerdo de infancia tan bien tejido e hilvanado. Tanto amor de amor a cada ser, a la naturaleza, abrazos Julia
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