La nena no puede ni debe
La nena no puede-ni debe
faltar al código.
Ella es la esperanza,
el muro, el roble
y el futuro sin consentimiento previo.
Ella quiere abandonarse toda
mutilarse de a poco
pero no puede ni debe
porque la carga es pesada
porque el fruto no puede volverse oruga
ni putrefacción.
Ella quisiera escapar de sí misma
ser libre -no esclava
de su propio altar.
No desearía idolatrarse
no querría iconizarse
ni vestir de nieve
cuando el aire es tan negro.
Pero la nena no puede ni debe.
La cruz pesa tanto
y debe esconderla
seguir siendo risas
lágrimas de risa
aunque las inunde la sangre.
¡Ella no quiso no poder-ni deber!
¡no eligió ser santo de devoción
ni última esperanza!
Ella sólo sabe que será antifaz
mientras haya un latido dentro del pecho...
© Liliana Varela
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTu palabra nos deja pensando Liliana, un placer compartirte!
ResponderEliminarGuauuuuuuu
ResponderEliminar!muy bueno, Lili!
Besosssss
Alguien sabrá ver detrás del antifaz, nunca se esconde uno totalmente y menos de uno mismo Muy bueno Lili
ResponderEliminarUn poema duro, mezcla de belleza y realidad. Porque veo a la niña y la siento y la hago mío. Muchas palabras se me clavaron en el corazón y respiro respiro respiro.
ResponderEliminarLily Chavez
Alejandra: millones de gracias por tus palabras. Besoss
ResponderEliminarGracias Mónica por ese guauuu.
ResponderEliminarbesossssss
Milagros: tenés toda la razón; somos máscaras andantes que no se pueden descifrar siempre :) besos
ResponderEliminarMuy buen poema. Esas chicas que deben ser idealizaciones y que se convierten en muñecas, en maniquíes sin hacer jamàs lo que quiere me parece a los japoneses que les ponín un zapato especial para que no creciera. Desde bien chica la acostumbran a una máscara de piel, ella prefiere directamente un antifaz
ResponderEliminarsobre su faz para guardarse los visages del de la espontaneidad impertinente y mostrar al fin que esa es la contracara de seda.
Eficaz estribillo que, como dicen otros, nos incumben a tosos.
Un abrazo