estás anclado en mí
un tango se hospedará en París
de modo que estará entre gorriones
en el pasillo exacto del reencuentro
celebrará el otoño
y aguardará al que venga
acunará certezas
y arderá el polvo en cada letra
para nacer a medianoche
posará sobre mi sombra
un sol frío de arrullos y de penas
la muchacha que soy
sonreirá dulcemente
en el rincón de un bar
para dormirse después
bajo la torre eifel
que descanse su llanto
© Graciela Licciardi
bello comienzo, bellas imágenes. me encantó el tema abordado. susana zazzetti.
ResponderEliminary ese olor a tango que atrapa.
ResponderEliminarBesossssss
Graciela:
ResponderEliminarMe encantó ese "nacer a medianoche"tan de Tango, de Argentino, mío.
Aplausos!
Un abrazo.
Dragontesa Leuzzi.
David A. Sorbille dijo...
ResponderEliminarQuerida Graciela: un poema-tango magnífico. Un abrazo
Está completo; el lugar, la música y la muchacha triste; todo dicho con una encantadora sensualidad.
ResponderEliminarVa un abrazo
Betty Badaui
Delicioso poema, querida Graciela, con sabor a tango en París. Me encantó. Gracias. Besos.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
Qué hermoso poema Gra!!!!....Posará sobre mi sombra un sol frío de attullos y de penas".... qué múcica que tiene!!!! me encantó. Gracias y un beso. Sonia Del Papa Ferraro
ResponderEliminar