Voy a escardar
el trayecto
que me resta.
Lo sé, no será fácil.
Deberé luchar
como leona
porque
el pequeño rencor
que aún resiste
en este lastimoso
hábito de inventarse
uno mismo
su propia soledad,
se ha hecho endemia
en un mar
de mezquindades.
Apartaré las estrellas
de las luces malas.
Aunque me hieran,
aceptaré
con sus espinas
a las flores.
En este largo camino
de autoengaños
están las excusas
a la orden del día.
Y con el orgullo…
Dios! Dame fuerzas,
es contumaz
y se obstina
en contradecir
lo que de ti
he cosechado.
Escardaré
hasta sangrar
la cizaña
de mi trigo.
Desalojaré
la tristeza y la venganza
y llegaré, aunque fuera
hecha un pingajo,
florecida de ilusión
ataviada de perdones
Ya no quiero seguir
pobre de andar la vida
bebiendo
en la inapelable copa
de lo estéril
e imposible.
© GINA ESCOBAR
Me encantó Gina, el poema y el tema. Besos Sonia Del Papa Ferraro
ResponderEliminarGina:
ResponderEliminarRecibe un afectuoso abrazo y una felicitación por este poema que duele de tanta veradad que encierra, me incita a no tampoco querer seguir andando pobre ni bebiendo de lo esteril e imposible.
Carmen Amato
que hermosdo Gina,tu poemaes una plegaria ,un acto de confianza y amor ,hacia uno mismo hacia esa propia lucha ,abrazo Marizel Estonllo
ResponderEliminarMucha pasión en este poema. Bravo, Gina.
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