Poema de María Luisa Márquez

BUENOS AIRES SE ESCRIBE CAMINANDO BALDOSAS

A Buenos Aires le llueve melodía y afloja baldosas.
Una orquesta, un tranvía y algún canillita.
La mira de faroles le guiñan a la noche
un susurro de fuelle, una cita en un bar de Retiro.
El boleto de un tren es pasaporte al amor.
La Boca, bosteza Caminito.
El hincha le grita al Monumental un gol.
No está Minguito, no está Piluso en la tele.
Un bullicio de palomas puebla la tarde.
Las hamacas se menean en las plazas.
Yo que te quiero tanto, recorro tus calles
mirándome en espejos de vidrieras,
percibiendo el aroma a pizza canchera.
El puerto descansa los humos de los barcos
cuando descarga madera.
Buenos Aires, los ojos de tu cielo te canturrean
este tango, si es noche te acompaña la luna,
si es la mañana seguro que te despierta
el gorrión que posa en Las Nereidas.
Vos y tu gente seguros en el paso
escribieron la Comparsita
o cantaron la letra de Cafetín de Buenos Aires
mientras miraban en el cine blanco y negro a Tita Merello.
Siempre hay motivo de ir al Tortoni.
Buenos Aires, una lagrima sentimental te pone a prueba
y saca otro cospel para ser eterna visita
donde haya un buzón, un organito
y se escuche la voz de Carlos Gardel.

© María Luisa Márquez