late la que habita la casa
que se puebla de incertidumbres
vacilaciones titubeos
de dudas se puebla
aún de pie
con una cadencia indefinida sobre la base
en los cimientos el soporte
el apoyo
resquebrajada en su estructura
aún así
se coloniza a sí misma y se endereza
apuntalada tantas veces
a punto de caer tantas otras
late
con el agobio permanente
bajo el peso de la techumbre
que se ha empeñado en punir
que se obstina
en castigar lo que antes fue sólido
las paredes el muro
aún así late
casa fuente
sobrio equilibrio o apariencia doméstica
edificio
ensamble de ladrillos superpuestos
en circunscripta postura
en humana actitud
casacuerpo madre casatierra
hogar
donde la que late habita
casasolarrefugiopaís
más allá del concreto
como la que habita late
donde todo lo que es
respira
© Isabel Krisch
Querida Isabel,
ResponderEliminarterritorio que nos contiene, la casa como el cuerpo, con la peregrinación de un latido que va más allá de toda materia y se deja ser en el respiro. Excelente, te felicito.
Cariños
Elisa Dejistani
Hola Isabel: un poema construido conmo una casa, desde el ladrillo del cuerpo, desde ese latido de lo viviente, hasta lo general, el país, el mundo, desde el "lar" a el "refugio país".Duele desde el interior del ser este silabeo que se expande ladrillo tras ladrillo, y las palabras de Elisa lo describen en forma magistral.Logradísimo en su esencia y en su estructura que también forma parte indivisible de su ser
ResponderEliminarIrene Marks
Gracias Elisa, Irene! Mil gracias, amigas en la palabra! Isabel
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