Cecilia es nada más que esta cajita de metal
donde guardo sus versos
no los huesos de muerta joven
doblados sobre una avalancha de jazmines
y ángeles de vidrio
tampoco esa mujer
que golpea mi puerta en las noches de invierno
y a la que siempre digo
que no hay nadie en la casa
© Edna Pozzi
Escrito con nostalgia y dulzura, bello, breve pero efectivo.
ResponderEliminarPatricia Corrales
Muy tierno y profundo.
ResponderEliminarmarta
muy tierno y profundo
ResponderEliminarMarta
como siempre...tu poesia que nos traspasa...un abrazo
ResponderEliminarmaria del mar
Ellos... los que habitan nuestra memoria aunque le cerremos la puerta de una casa que ya no habitan ¡Muy profundo tu poema Edna!
ResponderEliminarUn talismán contra el dolor de la pérdida.
ResponderEliminarMe encantó " una avalancha de jazmines"
ResponderEliminarbello poema. Saludos. Gastón
Edna
ResponderEliminarhe leído el poema con un nudo en la garganta, es bello y tiene tanta melancolía que no es fácil. Hermoso recuerdo para alguien que ya no está pero existe en la memoria.
Eduardo Chaves
mucha tristza Edna ,pero mucho amor
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Gracias, Maestra.
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Perrig
Siempre dejando un mensaje para pensar en cada verso.
ResponderEliminarMi cariño
Muy bella esta profunda nostalgia.
ResponderEliminarUn abrazo
Alicia Borgogno
Precioso, como todo lo que he leído de Edna. Con sus versos hasta la muerte se adorna de belleza.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Juany Rojas
Edna en tus poesías siempre hay más de una lectura, algo subyace sobre lo aparente, algo inquietante y misterioso como una mujer golpeando la puerta en cerrada noche invernal aunque sepa que nadie le abrirá.
ResponderEliminarPOEMA SENTIDO, PROFUNDO.
ResponderEliminarQUIERO SALUDARLA Y AGRADECER UNA DEDICAORIA QUE ME HIZO EN EN EL LIBRO
ALABANZA DEL TRISTE DE FUROR , LA CONOCI EN UN ACTO DEL DIA DE LA MUJER
EN LA CIUDAD DE LA PLATA, LE MANDO UN ABRAZO GRANDE MARIA LUISA MARQUEZ
muy sentido Edna, admirable tu poema de despedida a un ser que puede ser que esté y toque tu puerta, un alma en pena, un ser desdichado; o uno que se fue del todo a otra dimensión, gracias y abrazos
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