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10/4/12
Poema de Adriana Maggio
Dicen que la madre es una fuente. Que sus aguas brotan panes y peces. Dicen que la madre da la vida. Digo que los hijos me nacieron y mataron a mi muerte.
Esta página del blog tiene la originalidad de buenos cantos al amor filial.. No cantarlos, hacerlos surgir en el poema, como quería Huidobro. Los hijos, que nos dan la vida y nos hacen eternos. Buenísimo poema, Adriana. Un beso Isabel Llorca Bosco
Que sutileza, que poder, que acierto en todo el poema. Una espada filosa que hace caer de un solo golpe, la cabeza de esa Medusa sexista y mal habida... No hay lamentaciones, no hay llantos rancios. Este amor es que ríe, el que construye hijos hermosos, hombres de buena fé.
Querida Adriana, desde el comienzo del poema, ese "dicen", anafórico, enfatiza el símbolo materno; sin embargo, el "digo" en primera persona, unido a los versos finales, sacralizan, potencian el grado de eternidad de la dádiva, que a través de los hijos, es capaz de anular la muerte. Un poema excelente, sin desperdicios. Gracias!!! un gran abrazo
Adri:
ResponderEliminarPoemazo
certero
da en el blanco del amor
desde graciela abrazo
David A. Sorbille dijo...
ResponderEliminarImpactante poema, Adriana. Te felicito. Un abrazo
Esta página del blog tiene la originalidad de buenos cantos al amor filial.. No cantarlos, hacerlos surgir en el poema, como quería Huidobro. Los hijos, que nos dan la vida y nos hacen eternos. Buenísimo poema, Adriana.
ResponderEliminarUn beso
Isabel Llorca Bosco
Que sutileza, que poder, que acierto en todo el poema. Una espada filosa que hace caer de un solo golpe, la cabeza de esa Medusa sexista y mal habida... No hay lamentaciones, no hay llantos rancios. Este amor es que ríe, el que construye hijos hermosos, hombres de buena fé.
ResponderEliminarALVARO BALTAZAR CHANONA YZA.
Querida Adriana,
ResponderEliminardesde el comienzo del poema, ese "dicen", anafórico, enfatiza el símbolo materno; sin embargo, el "digo" en primera persona, unido a los versos finales, sacralizan, potencian el grado de eternidad de la dádiva, que a través de los hijos, es capaz de anular la muerte.
Un poema excelente, sin desperdicios. Gracias!!!
un gran abrazo
Elisa Dejistani