SOPA DE LA NOCHE
El ciego bebe una sopa de sangre de violines con puñal envenenado. La sopa se escurre por un agujero en la cuchara y cae sobre la mesa y chorrea las patas de la mesa y cae al piso. El ciego arranca la lengua seca de un ángel podrido y muerto y se limpia la boca la cara las manos. Se levanta y sale a la calle a fumar sombras de la noche.
© Rubén Vedovaldi
Terrible y certero. Gracias Rubèn
ResponderEliminarEspeluznate , terrible con un dejo de ciencia ficción
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Excelente, querido Rubén. No menos.
ResponderEliminarun texto bravo. Qué tenía esa sopa?
ResponderEliminarun abrazo
claudia tejeda
Muy buen poema. Terrible! Pero de esos que dejan marca, Rubén...
ResponderEliminarFuerte poema y real. Muy bueno.
ResponderEliminarbesos
Elisabet
A la gran flauta. Un texto que pega fuerte. De excelente para arriba. Estoy tratando de endulzar un poco lo amargo de esas imágenes.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
Buen poema, imposible de no sentir el golpe al leer, pero en el atrevimiento del decir está la clave.
ResponderEliminarSusana Giraudo
Brrrrrrrrrrr
ResponderEliminarQuerido amigo
Excelente poema !!!!!!!
desde graciela abrazo
Tiene imágenes tan fuertes que son dignas de un libro de horror. Rojo texto y rojo sangre lo que queda en la retina.
ResponderEliminarSaludos
Karina Sacerdote