Poema de Miguel Oyarzábal
EFECTOS NOCIVOS DE LA MUDANZA
Emigrar una vez más;
fue soltar los vientos que creí definitivos,
emitir un grito inaudible pero que todos entienden;
fatiga en la respiración, sin excusas
y el latido de los amigos ganados, abarcando el pecho;
finalmente
y agotadas las pilas de la mirada,
asirme nuevamente a las valijas.
Luego,
confuso revoltijo de pensamientos, huesos y bártulos,
turbia despedida de la voz por la ventanilla
y una compleja truca de recuerdos que vuelca los ojos hacia adentro.
Emigrar una vez más;
darme de bruces contra el paisaje,
aprender otras calles con los mismos nombres,
como las caras
y vencer el hastío que hoy me invade;
con su geografía ciudadana
y mi suerte junto a los semáforos,
que es la suerte de nadie.
Emigrar una vez más;
es buscar la mesa donde recalar,
el cajón para los sueños,
las otras manos para las mías
y dejar, simplemente,
que vuelvan a crecer los dedos,
un intento más de aferrarme a los hombres.
© Miguel Oyarzábal
1 comentarios:
David A. Sorbille dijo...
Estimado Miguel: muy buen poema!. Un gran saludo
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio