Poema de Marizel Estonllo
Cuando termino de rezar
Ahí quedó el puente
Un silencio plano recorre el laberinto
Se aquieta toda vacilación
El ser respira
Los demás se acomodan en sus sitios
Y permanecen serenos
Puedo verlos
Cantan en semitonos
Con una cadencia ancestral
Cesó el presente, cesó el tiempo
No hay nada
Solo la continuidad de un vacío
Y la nota vibrante del silencio
© Marizel Estonllo
4 comentarios:
Tu intimidad , ligada a tu devoción irrumpen en las horas mágicas
maria elena tolosa
Qué delicada belleza la de esta poesía!
Me hizo sentir testigo de un instante irrepetible, trascendente.Un puente se construyó hacia algo sacro, un aquietamiento del alma, una nueva serenidad, un fragmento detenido de tiempo, un humilde atisbo de eternidad en ese vacío. La inquietud de la vida, sus desasosiegos, quedan distantes, como lejanos, como cuando uno escucha los ruidos cotidianos de la ciudad pero amortiguados detrás de la cortina de la lluvia. Un instante mágico.
Un abrazo
Amalia Zacoutegui
Qué claridad para plasmar tu poema!!
Bravo!!
Querida Marizel: me fui con tu poema, me recordé y escuché mi silencio y desaparecí de mí...todo eso me provocó tu poética como siempre tan tuya, tan profunda para pensar y sentir simultáneamente. Un abrazo
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