Poema de Cristina Ramb
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Tuve que desandar la madrugada
recorrer el camino
a la inversa del deseo.
aspirar el último gemido
desenclavar mis uñas de tu espalda
aquietar los vaivenes presurosos
relajar cada músculo aterido
hasta recuperar el pulso
encauzar la sangre.
Te devolví tu aliento y tus sudores
absorbí la saliva de tu pecho
despegué de tus labios y tu lengua
ahuyenté de mi oído tus palabras
Me desaté tus brazos de cadenas
impuse la distancia a tus caderas
a tus muslos.
Regresé al instante de tus ojos
cuando estalló el infierno en las miradas
y el reloj se detuvo por el fuego.
Luego al fin la verdad
de lo imposible
disfrazó de razón toda locura
Imaginé que nunca había pasado
para decirte adiós
cuando el dolor
se instalaba en mi última palabra.
© Cristina Ramb
7 comentarios:
Desenclavar mis uñas de tu espalda que lindo Cris y cómo me maravilla tu decir, bien amiga. Un abrazo
Lily
Cristina:
Es que tu poema lleva del instante presente en retrospectiva antes de la ultima palabra o acaso del presente en prospectiva para imaginar si acaso vale la pena decir la palabra primera. Leerlo me dio esa otra posibilidad. Felicidades, es un hermoso poema.
Un abrazo
Carmen Amato
Cristina
a pesar de la costumbre que tengo de asombrarme al leer tus poemas por la fuerza e intensidad de cada verso, este nuevo trabajo me encanta y descubro que cada día vas creciendo en la palabra. Eres una genia. Eduardo Chaves
ay cristina! deberías quedarte quieta con tu voz... haces temblar la tribuna, los tribunos y los dientes... a uno le recorre un escalofrío por la espalda... casi siente el desclavar de tus uñas... sos tremenda!
gracias poeta enorme por compartirte
un beso, francisco
haber pasado todos los estados, para un adios!!
Fuerte, muy fuerte!!
Bello.
El reloj se detuvo...que buen poema Cristina , conmueve la palabra justa para descifrar el adiós
Significativos los entrecruzamientos y ¡qué final!, Cristina.
Un abrazo
Betty
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