Páginas

22/1/12

Poema de Sonia Rabinovich


Museo del holocausto

Yo soy ese-dijo el hombre-
reconociéndose en la foto del niño
con gorra y manos levantadas
apuntado por fusiles alemanes
Yo soy ese- dijo
nos dijeron que dijo
Y sin embargo
¿Cómo ser ese niño
Después de ese niño?

© Sonia Rabinovich
Foto: Gustavo Tisocco

10 comentarios:

  1. Bienvenida Sonia a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, mes a mes serás difundida. Un abrazo Gus.

    ResponderEliminar
  2. GRACIAS POR COMPARTIR ESTE POEMA QUE NOS DEJA ESE SINSABOR DEL HORROR.
    A LOS QUE NOS CONTARON EL HOLOCAUSTO NO SABREMOS NUNCA SENTIRLO... SABEMOS QUE HA SIDO LA BARBARIE MÁS CRUENTA JAMÁS IMAGINADA, AÚN HOY SABEMOS DE ESE HORROR "CONTADO"... POEMA MUY LOGRADO.
    LIDIACC.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por compartir este poema, Sonia,crudo y relal, un abrazo
    Marite

    ResponderEliminar
  4. Sonia, me encantó la reflexión, nunca volvemos a ser los mismos niños, un beso grande. Sonia Del Papa Ferraro.-

    ResponderEliminar
  5. milagros rodriguez27 de enero de 2012, 21:12

    Fuerte muy fuerte el poema!

    ResponderEliminar
  6. Un abrazo Sonia, bienvenida a la casa de los poetas contemporáneos y gracias no sólo por este poema, sino por los que vendrán que seguramente, siempre tendrán esa calidad literaria a la que nos tenés acostumbrados.

    Lily Chavez

    ResponderEliminar
  7. Excelente tu poema, Sonia.
    Siempre tiene que haber una voz poética que nos recuerde esos hecho de tamaña injusticia y crueldad, para que la historia no vuelva a repetirse.
    Felicitaciones y un beso grande de bienvenida
    María Rosa León

    ResponderEliminar
  8. Bienvenida Sonia a la casa de Gus!!!Tremenda pregunta cómo se puede? en un poema que estremece.. y nos lleva a aquellos espacios de terror...gracias por escribirlo, un abrazo, María Chapp

    ResponderEliminar
  9. Me alegra encontrar a mi querida amiga y admirada poeta en este BLOG .
    Gracias por este poema que conmueve y duele porque nace de esas heridas que nunca cerrarán.
    Un abrazo Leonor

    ResponderEliminar